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Los auriculares nos hacen más antisociales

(Tal Atlas/ Flickr)

Escrito por Cameron Smith

Personel de Collegian

Traducido por Nicholas Remillard
Editado Celia Rodríguez-Tejuca

Cuando empecé a estudiar en la Universidad de Massachusetts en septiembre pasado, me di cuenta del amor por la música que había en este campus. Casi todo el mundo tiene sus auriculares metidos en sus orejas, a veces en cada minuto del día. Los auriculares blancos pequeños de Apple y los más grandes Dre Beats son fácilmente reconocibles y muy populares.

Combinándolos con la nueva tecnología de reproducción, la gente puede escuchar cantidades ilimitadas de música. ¿Entonces por qué quitarse los audífonos?

La posibilidad de escuchar música ilimitada puede parecer estupenda, pero en realidad es algo problemático. Los auriculares afectan los oídos cuando el volumen está muy alto, y no puedo
contar el número de veces que gente montando bicicletas casi me golpean porque estaban enfocados en la selección de una canción.

Además, la preocupación más grande es el efecto antisocial que los audífonos tienen en la vida dentro del campus.

Los auriculares metidos en las orejas son una señal de que no quieres ser sociable. Representa una esfera de reclusión en un espacio público. Mientras más escuchamos música, es menos
probable que vayamos a interactuar con otra persona. Fomenta un ambiente incómodo donde todos están ignorando a los otros.

Si buscamos en cualquier espacio público del campus, es difícil encontrar a alguien que está dispuesto a interactuar con un extraño. Caminando a mis clases, veo más orejas bloqueadas que
personas interactuando con amigos. Hablar con la gente alrededor se supone que sea algo fácil dentro de un campus universitario; sin embargo, se está convirtiendo en algo cada vez más difícil.

En nuestra cultura de audífonos, la gente se vuelve inaccesible. Sol Republic, una importante empresa de auriculares grandes, realizó una encuesta en 2014 sobre el uso de auriculares. 53% de los participantes confirmó que usan auriculares por al menos cuatro horas cada día. Cuatro horas es un período de tiempo demasiado largo para quedar aislado.

También he visto gente dejar sus auriculares en los oídos durante una conversación o durante una clase. Cuando estoy hablando con alguien y dejan sus auriculares en sus oídos, siento que ellos
no me tienen respecto. No me puedo imaginar cómo se puede sentir un profesor cuando ve a sus estudiantes escuchando música en vez de su clase. Esto envía un mensaje de indiferencia del
tiempo y los sentimientos de la otra persona. En una entrevista con Wired, Dr. Michael Bull, un experto sobre el uso de auriculares, describió la música como una manera fácil para controlar el ambiente. Por ejemplo, hacer contacto visual con otra persona no es lo mismo cuando esta tiene puestos auriculares porque se entiende que está ocupada. Esto puede ser un problema cuando se está teniendo una conversación o cuando se asiste a una clase.

Acepto que la música es una parte importante durante los horarios de estudio para algunas personas, pero hay lugares donde puedes encontrar música para que todos la disfruten. Uno de mis lugares favoritas es el Student Union. Hay un piano en la esquina del vestíbulo para que cualquier persona toque. Cada vez que voy hay personas mostrando su talento. Más que gente jugando con notas, los que tocan suelen ser artistas con talento. Hay varios pianos en el campus para este propósito, para compartir experiencias con otros.

Si la música clásica no es tu favorita, puedes ir al comedor donde hay bandas tocando. Los domingos hay jazz en la mañana y también bandas y DJs después de las 9:30 de la noche. Estos
son grupos de estudiantes que solo quieren compartir su música con nosotros. Estas iniciativas agregan un elemento comunitario a la música que los auriculares nunca pudieran ofrecer.

La música no es mala, es una buena forma para empezar conversaciones y difundir ideas. Pero cuando todos tienen su música para ellos mismos en sus auriculares, es difícil comunicarse.

Entonces sugiero que te quites tus auriculares con más frecuencia y trates de relacionarte con la gente alrededor, en vez de quedarte adentro de tu burbuja auricular. ¡No dejes que los audífonos te vuelvan antisocial y haz de la música una actividad colectiva una vez más!

Cameron Smith puede ser contactado en su correo [email protected].

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