Araz Havan / Daily Collegian
De Raksha Pokharel, Corresponsal de Collegian
15 de noviembre, 2022
Los bares están muy abarrotados y no hay lugar ni espacio para bailar. Me pregunto si de verdad hay vida nocturna en Amherst. Soy consciente de que suena dramático, pero tengo que decir que a Amherst le hace falta más fiesta. Necesitamos un resurgimiento de la cultura disco – más diversión en nuestra vida nocturna – porque temo que nos olvidemos de cómo divertirnos.
La primera cosa que necesitamos son más clubes. Se necesitan más lugares físicos para las personas que salen porque las colas son muy largas y los bares están muy llenos. La cola para Spoke rodea el edificio en una forma que sugiere una noche inolvidable, pero cuando entras, estás codo con codo y con poco lugar para caminar hacia ela barra para pedir tu bebida. Stackers tiene el mismo problema donde entras y está tan lleno que apenas puedes moverte. Aunque Stackers tiene un patio detrás del bar con más espacio, no hay música afuera ni sitio para bailar.
Ahora el problema más grande es la falta de baile. Aunque Spoke y Monkey Bar tienen áreas para bailar, no hay suficiente gente bailando. ¿Tenemos miedo de movernos? ¿Saltar? ¿Gritar con toda la fuerza de nuestros pulmones? Mucha gente se toman muy en serio. Tengo una pregunta: ¿Cuál es el punto de salir, hacer cola para entrar y tener una bebida solo para estar parado y hablar con el mismo grupo de gente?
Pienso que vivimos en una era donde todos están muy hiperconcentrados en cómo son percibidos y eso ha hecho que la gente tenga miedo de divertirse de verdad. Pienso que la gente quiere bailar, pero si no hay nadie más bailando entonces se siente tonto al ser la única persona. Las personas se esfuerzan en no verse tontos o raros y eso hace que la gente tenga miedo de moverse, y eso ha hecho una rara combinación de social y anti-social. Las personas no son sociales fuera de sus grupos. No estoy diciendo que amistades de una vida surjan mientras estés tomando cerveza en Stackers, pero creo que hemos perdido nuestro interés en el otro y eso ha sido perjudicial para disfrutar nuestras noches afuera. Esto me lleva al otro problema: la cultura de los ligues.
No me malinterpretes, lo entiendo. Somos universitarios y hay muchas personas jóvenes atractivas cerca. Pero, el número de personas que van afuera con la intención de terminar la noche con alguien está acabando con el aire de las pocas pistas de baile que tenemos.
No puedo culpar completamente a la gente que no está dispuesta a bailar porque hay grandes factores que afectan la vida nocturna también. Al pedir más bares y clubes en Amherst, es también importante mencionar que el proceso de obtener una licencia de licores no es fácil. El negocio tiene que estar en una zona donde el alcohol se pueda vender, y esto puede ser rechazado por varias razones. Estas razones oscilan desde que la ciudad ya ha alcanzando el límite de sus licencias al director y a la mesa de directores para el negocio no siendo ciudadanos o residentes del estado. De acuerdo a la ley “The Massachusetts Liquor Control Act”, un pueblo o una ciudad tiene una cuota de cuantas licencias puede dar a negocios acorde a la población del área. También es caro, costando $3,500 para obtener una licencia de todo tipo de alcohol, un tipo de licencia que deja a los negocios servir todo tipo de bebidas alcohólicas. Ahora en 2022, el límite en Amherst son 42 licencias con 32 ya aprobadas y 10 licencias de sobra.
Cinco bares para una ciudad que tiene miles de estudiantes universitarios es totalmente irreal, y cuando se ve que el pueblo de Amherst prefiere que sus residentes universitarios se queden, tal vez la apertura de ‘The Drake’ marca un renacer de la vida nocturna de Amherst.
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