Nota del editor: la siguiente columna es satírica. Su propósito es humorístico. Todas las entrevistas e individuos son ficticios.
Ha pasado más de una semana desde que los estudiantes regresaron del Spring Break y lenta pero seguramente, la vida regresa a la normalidad. Quitaron el mandato de mascarillas, cancelaron el cambio de horario de verano (daylight savings) y el clima caluroso comienza a regresar. La primavera está en pleno apogeo.
A pesar de esto, parece que los estudiantes aún no están felices con la calidad de tratamiento ofrecido por el Centro para el Asesoramiento y la Salud Psicológica (CCPH por sus siglas en inglés) en la Universidad de Massachusetts. Muchos creen que CCPH no hace lo suficiente para ayudar a los estudiantes a afrontar con los “tiempos difíciles”. Mientras que esto no tiene sentido, los reporteros del Collegian entretuvieron estos pensamientos al hablar con varios estudiantes con quejas en contra de la universidad.
La estudiante de primer año, Des Trozada, dice que ha pasado momentos difíciles con el cambio de escuela secundaria a la universidad en medio de una pandemia. Ella trató de agendar una cita con un asesor en CCPH, pero quedó insatisfecha con la respuesta que recibió.
“Intenté llamar y agendar una cita con CCPH y me dijeron que la próxima cita disponible es en mayo del 2026. Para entonces ya habría terminado la universidad”, dijo Trozada. “Pero ¿quién sabe? Si sigo con depresión, tal vez seguiré por aquí”.
Sigue sin aclararse si Trozada tiene la autoridad de auto-diagnosticarse con depresión. Debido a estas acusaciones, nos sentamos con un psicólogo, Dr. Poco Capable, en CCPH, para averiguar la verdad.
“Si a ella realmente le preocupa su salud mental, debería de ir a UHS con un salpullido”, dijo Capable. “Allí te darán antidepresivos y no tenemos que escuchar toda la historia de tu vida. Ninguno de nosotros tiene tiempo para eso”.
La estudiante de tercer año, Mis Erable, también tenía quejas contra CCPH. Ella dice que la calidad de los psicólogos no alcanza su estándar.
“Por fin logré agendar una cita, pero solo tuve 15 minutos para contarle al psicólogo la historia de mi vida”, dijo Erable. “Después de 3 minutos, era evidente que él no iba a escucharme o a tomar nota sobre lo que estaba diciendo, pero necesita desahogarme sobre algunas cosas, así que solo seguí. Estoy 90 por ciento segura de que estuvo jugando Candy Crush todo el tiempo.”
“Okey, primero que nada, no era Candy Crush, estaba completando el Wordle del día”, dijo Capable. “Y segundo, ¿cuál es el punto de tomar nota? Nunca la voy a volver a ver. Ella no va a poder agendar otra cita en mucho tiempo”.
Está claro que Capable piensa en lo que es mejor para cada uno de los estudiantes con los que interactúa. El caso de Erable, por otro lado, no fue un accidente único. Parece que hay otros estudiantes que no están contentos con la calidad de las sesiones de CCPH, incluyendo a Som Brío, un estudiante de segundo año.
“Bueno, la consulta comenzó con una breve introducción y conmigo hablando sobre por qué estaba allí. Pero pareció como que algo que dije realmente resonó con él”, dijo Brío. “Se puso muy emotivo y empezó a hablar de su infancia y su familia separada. Al terminar estaba llorando en el sillón y yo lo estaba consolando a él. Parecía que lo necesitaba, pero me fui con más problemas que con los que llegué”.
“Miren, han sido unos días muy complicados”, dijo Capable. “He tenido que hablar con muchos isen-bros. Intenté agendar una cita con CCPH, pero no había citas por mucho tiempo. Alguien debería arreglar eso”.
Al intentar salir de la oficina de Capable después de la entrevista, les dijeron a los reporteros del Collegian que la reunión iba a contar como una de sus sesiones gratis. Mientras salían, los reporteros captaron a Capable buscando “¿Tengo depresión?” en Yahoo! Preguntas. Está claro que él realmente quiere entender las mentes de las personas que trata.
Por ahora, nos gustaría tomar un minuto para compartir información a los estudiantes que tienen problemas de salud mental. Los animamos a hacer una cita con CCPH llamando a las 9 a.m., justo cuando abren. Los estudiantes deben prepararse para que la recepcionista les diga que la próxima cita disponible no será por un buen tiempo. En el remoto caso de que sí puedan asegurar una cita, recibirán un correo electrónico con toda la información que deben preparar para su consulta de quince minutos.
Los estudiantes deben tomar en cuenta que los pañuelos no son gratis, así que, si planean llorar, deben llevar su propia caja de pañuelos, a menos de que estén dispuestos a pagar $0.05 de impuesto por cada pañuelo. Además, solo recibirán un abrazo gratis o un minuto de simpatía del psicólogo, así que deben usarlo sabiamente.
Es momento de que los estudiantes dejen de quejarse de CCPH y comiencen a agradecer todos los servicios que ellos ofrecen. Hacen lo mejor que pueden con la mínima cantidad de esfuerzo que pueden dar. ¿Qué más podemos pedir?
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