Durante las vacaciones de invierno regresé a mi casa en Atlanta y visité a mis amigos en Georgia Tech. Una noche salimos al campus, y a la medianoche pregunté acerca de cómo tomar un autobús (que en Georgia Tech llaman “stingers”) de regreso a la residencia. Mi amigo me dijo que no era necesario, tomó su teléfono y dijo que iba a llamar un “stingerette”. Quince minutos después, una camioneta Stingerette paró frente a la acera y nos llevó de regreso a la residencia. El uso de estas camionetas es completamente gratuito para los estudiantes y funciona toda la noche. Estos Stingerettes prácticamente sirven cómo un Uber gratis para estudiantes, permitiendo que todos regresen a salvo al final de la noche.
No quiero que esto se malinterprete, yo admiro al Pioneer Valley Transit Authority (PVTA) y aprecio la labor de todos sus conductores. Sin embargo, es importante reconocer que el sistema tiene algunas fallas. Entre errores de fijación de horario y que los buses no están siempre donde deberían estar, viajar por medio de PVTA durante el día provoca dificultades frecuentemente. Además, el congestionamiento en todos los buses no es solo inconveniente, sino también un riesgo para la seguridad durante una pandemia. Creo que el mayor problema que uno enfrenta al utilizar PVTA es intentar viajar de noche. La cantidad de buses se vuelve limitada durante la noche, lo cual significa que los estudiantes tienen menos opciones para regresar a casa de manera segura durante las horas más importantes.
Si la Universidad de Massachusetts adoptara un sistema similar al Stingerette, haría que viajar de noche sea mucho más conveniente y seguro para sus estudiantes. Un claro argumento en contra de esto es que la universidad actualmente ya no cuenta con suficientes conductores, así que, ¿dónde encontrar a más personas para conducir estos vehículos? La respuesta es bastante simple: UMass debe pagarles más a sus conductores. El hecho de que UMass no esté pagando suficiente dinero a sus empleados es un problema a gran escala, y esto no solo afecta a los conductores de bus. En lo que parece repetirse cada año, UMass acepta a la promoción más grande en toda su historia y continúa intentando que más estudiantes quepan en un campus que ya está saturado. Con todos estos nuevos estudiantes, UMass debería tener dinero extra con el cual pagarles a sus empleados.
Uno podría argumentar que los conductores de bus en UMass ya reciben suficiente dinero. Su salario inicial de $18 por hora lo vuelve el trabajo más pagado que la universidad ofrece a sus estudiantes. Esto es indicativo de un problema mucho más profundo que la falta de conductores de autobús. El trabajo mejor pagado que se ofrece a los estudiantes es solo un par de dólares por encima del salario mínimo del estado. Adicionalmente, los estudiantes que trabajan allí están limitados a solamente 20 horas por semana durante el año académico. Esto significa que un estudiante tiene el potencial de ganar un máximo salario de alrededor de $11.000 en un año académico. Esto es solamente el 15,7% del salario promedio de un trabajador en UMass. Además, el rector Subbaswammy gana un salario de aproximadamente $502.000 al año; 79.7% más alto que el salario promedio de un empleado de UMass y 4563,6% más alto de lo que un estudiante puede ganar como conductor de autobús. Tomando en cuenta que el rector Subbaswammy ni siquiera es el empleado mejor pagado en UMass, creo que es prudente asumir que la universidad debería priorizar el pagarles a sus estudiantes por su labor.
La escasez de transporte público es un problema que afecta a todos los Estados Unidos, no solo a UMass. La mayoría de los países desarrollados tienen un sistema ferroviario de alta velocidad, que provee a los ciudadanos una opción accesible para viajar distancias largas. Es poco probable que veamos un sistema similar en Estados Unidos, debido al cabildeo de las principales aerolíneas. Por ello, viajar no es un derecho, sino que se convierte en un privilegio que solo está disponible para la clase alta.
La aversión a nivel nacional hacia el transporte público impacta directamente a los estudiantes en todo el país. UMass hace el esfuerzo de continuar siendo un campus en el que cualquiera puede tener un carro y moverse fácilmente. A los que no tienen un carro les dicen que pueden caminar fácilmente a dónde necesiten llegar – a menos que su destino sea muy lejano, o que esté nevando, o que la acera sea inaccesible debido a la acumulación de hielo o que la temperatura esté en los dígitos negativos, los cuales son escenarios que ocurren frecuentemente en el campus. Estos estudiantes están forzados a apoyarse en el extremadamente inadecuado sistema de PVTA, y si es muy tarde en la noche, podría ni siquiera estar disponible para ellos. UMass contribuye directamente a la noción de que viajar es un privilegio en lugar de darle a sus estudiantes el derecho que merecen.
En Atlanta tenemos un sistema pequeño de metro que pasa por la ciudad llamado Metropolitan Atlanta Rapid Transit Authority o MARTA. Este sistema tiene el potencial de ser mucho más grande, pero ninguna de las áreas de alrededor permiten que MARTA pase por su ciudad. Esto es debido al temor de que al tener esta opción de transporte accesible que vaya de la ciudad a los suburbios puede causar que las personas sin techo viajen a estos pueblos. Este fenómeno no sucede solo en Atlanta y es algo que se observa en varias ciudades principales por todo Estados Unidos. Esto demuestra que la aversión de este país hacia el transporte público no es solo por lucro – también tiene que ver con el estigma hacia las personas que utilizan estos sistemas para moverse.
Obviamente, un sistema ferroviario de alta velocidad no es plausible para nuestra universidad, pero hay muchas formas en las que UMass podría mejorar su transporte público. La implementación de un sistema parecido a Stingrette podría permitir que los estudiantes regresen a sus residencias en la noche de manera segura y conveniente. Una inversión en el sistema PVTA podría permitir que haya más conductores, mejores condiciones de trabajo y más disponibilidad de buses en la noche. UMass cuenta con un sistema de transporte público funcional, pero eso no significa que no haya que tomar ciertas medidas para mejorarlo.
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