Por Bonnie Chen
Corresponsal del Collegian
Traducido por Adrelys Mateo Santana
Editado por Celia Rodríguez-Tejuca
El lunes, William Spriggs, profesor de Economía en la Universidad de Howard, habló en la Universidad de Massachusetts sobre las amenazas que la desigualdad racial, de género y de ingresos representa para la democracia.
Spriggs también se desempeña como jefe y economista de la Federación Estadounidense del Trabajo y del Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO).
Su conferencia, titulada “Todos nosotros o ninguno de nosotros: el desafío económico político de la desigualdad y la amenaza a nuestra democracia”, se celebró en la sala de conferencias del
tercer piso de Gordon Hall. La conferencia fue la cuarta entrega del ciclo “El asalto de la derecha sobre la democracia estadounidense: ¿Qué es? ¿Cómo podemos vencerlo?”, organizado por el Instituto de Investigación de Economía Política (PERI).
“Todos nosotros o ninguno de nosotros” es una referencia al lema “todos los trabajadores o los no trabajadores”, adoptado por la sucursal de Massachusetts de la AFL-CIO.
Denunció las discrepancias raciales y de género en las brechas de ingresos como resultado del determinismo económico o el fracaso de la política económica, pero lo atribuyó a un mayor peligro subyacente entre todos.
“Tenemos que enfrentar ese peligro”, dijo Spriggs. “No podemos esquivarlo. La amenaza a nuestra capacidad de unirnos es real”.
Spriggs señaló que los estadounidenses no quieren admitir que existen divisiones raciales que “no funcionan para las personas que trabajan y en ese sentido, es ‘Todos nosotros o ninguno de
nosotros'”. Identificó específicamente eventos que ocurren en los Estados Unidos −particularmente el nuevo plan impositivo del Partido Republicano aprobado recientemente− que actúan como desafíos para la democracia.
Continuó desafiando el concepto del mercado libre como una “herramienta de racionamiento”, que asigna fondos basados en los precios de la economía. Según Spriggs, si alguien tiene dinero, tiene la disponibilidad de comprar lo que quiere; si no tiene el dinero, no puede. Los productos “racionados fuera del mercado”.
Según Spriggs, con la expresión “un dólar, [equivale a] un voto”, hay tantos votos que ocurren simultáneamente que ninguna persona es capaz de influir en la economía. Sin embargo, contrarrestó su propio punto de que, si los ingresos son muy desiguales, “un dólar, un voto” se vuelve obsoleto como resultado de cómo reacciona el mercado.
Usando un gráfico circular, Spriggs demostró cómo el 20% superior de la distribución del ingreso del país controla más de la mitad de los ingresos de los Estados Unidos. Continuó diciendo que el 20 por ciento superior es la “mayoría económica. Tienen la mayoría de los votos”.
Predijo que si el nuevo proyecto de ley se convierte en ley, el 2 por ciento superior controlará más de la mitad de los ingresos de los Estados Unidos, lo que a su vez les dará el poder para dictar la economía, ya que son los únicos con el dinero, o los votos.
Spriggs continuó diciendo que las personas necesitan llegar a un entendimiento sobre la desigualdad y admitir la realidad económica de las diferencias raciales en Estados Unidos.
Con el uso de numerosos gráficos, Spriggs también demostró las disparidades entre las tasas de empleo de personas blancas y negras, y cómo la educación y el nivel de habilidad no están
siendo factores que influyen en que la tasa de desempleo de los negros sea más alta que la de los blancos.
Un gráfico, que Spriggs tituló “The Trump Effect” [“El Efecto Trump”], mostró que la tasa de desempleo para los blancos con nivel escolar de secundaria es menor que la de los negros con
títulos asociados. Otro gráfico mostró las tasas de desempleo de blancos y negros de 1972 a 2017, y reveló que la tasa de desempleo más alta de los estadounidenses blancos durante ese período de tiempo fue solo del 10 por ciento.
Spriggs continuó advirtiendo que uno no puede resolver la desigualdad sin darse cuenta de los muchos problemas relacionados con la desigualdad, especialmente el trato desigual de hombres y mujeres en el lugar de trabajo. Continuó diciendo que el presidente Trump “ha convertido [este] problema en un asunto imposible de tratar”, debido a su condición de presidente de los Estados Unidos.
Luego mostró un mapa de los Estados Unidos con numerosos puntos rojos en aquellos estados que representan un peligro para la democracia. Estos estados no tienen densidad sindical, no
invierten en educación K-12, tienen las tasas de encarcelamiento más altas en el país y hacen lo mínimo para ayudar a sus ciudadanos. Spriggs consideró estos rasgos como “elementos de guerra para la gente trabajadora”.
Annie McGrew, interesada en el programa de postgrado de Economía de UMass, dijo que la conferencia la ayudó a darse cuenta de “cuán grave es la situación en EE.UU. en términos de desigualdad económica y cuánto debemos trabajar para luchar por resultados económicos más equitativos”.
El estudiante de Ciencias Políticas de UMass, Rob Sailer, que se enteró de la conferencia ese mismo día, piensa que la conferencia “fue sensacional”.
“La solución de la desigualdad de ingresos en general requiere resolver la desigualdad de ingresos entre los diferentes grupos demográficos”, dijo Sailer.
Bonnie Chen puede ser contactada en su correo electrónico, [email protected].