¿Qué opinan del estereotípico papatuendo? Tal vez una polera con cuello o algún tipo de camisa casual, ceñida en la cintura con un cinturón grueso de cuero, un par de jeans rectos y calcetines blancos hasta la pantorrilla —y un par de clásicos Sketchers o New Balance para completar. Cualquier persona luciendo este look debería estar empujando un coche de bebé o tener un Baby Bjorn amarrado al pecho, caminando por la acera con un termo de viaje en mano.
A varios de mis amigos les gusta molestarme con los “papatuendos” que uso a diario. Pero aquí, quiero presentar un buen argumento de por qué el papatuendo es un gran y versátil vestuario para el uso diario, cuyas variaciones se pueden usar para impresionar y mantenerse cómodo al mismo tiempo.
Primero, quiero definir debidamente lo que es un papatuendo. Es ese vestuario en que la ropa y la personalidad se encuentran para hacer algo que te representa. No todos pueden lucir un papatuendo, porque si chistes como “¿Cómo queda un mago después de comer? ¡Magordito!” no te parecen divertidos, entonces tal vez la vida de papá no sea para ti.
Si no caminas por tu departamento apagando todas las luces de los cuartos que no están siendo utilizadas, el papatuendo simplemente no es para ti. Si no te sacas selfies embarazosas, no tienes Urban Dictionary siempre abierto en tu teléfono para buscar jergas, no aceptas ayuda cuando de verdad la necesitas porque puedes “resolverlo” todo solo, no tienes el sentido del humor de un niño de 12 años o no te ríes de tus propios chistes; el papatuendo no es para ti. Estas son reglas estrictas y nada flexibles.
Si no tienes la necesidad de corregir la gramática de las personas en medio de una oración, o de pasar tardes enteras jugando golf, o no usas tu parrilla en el jardín para hacer tu cena (como si esa fuera la única opción para cocinar); una vez más, el look no es para ti.
El papatuendo no solo se trata de tenis vergonzosos y de camisas metidas por dentro del pantalón; sino más bien de las personas que los usan. Es un estilo de vida.
Tal vez tu personalidad encaja con el papatuendo, pero no eres fanático a verte como el pináculo de los suburbios donde sea que vayas. Unos cambios sencillos pueden hacer que el look tenga un poco más de estilo y que provoque menos risas.
Uno, usa pantalones cónicos del largo apropiado. Ya sean jeans o un buen par de pantalones de vestir; tus pantalones deberían sentirse cómodos en tus muslos y pantorrillas, dándoles un abrazo ligero. Nada muy apretando, pero algo que no caiga de tu rodilla como una cortina sobre tus zapatos. Habiendo dicho eso, los pantalones deberían ser de un largo que caiga cómodamente encima de tus zapatos sin que se arruguen mientras estés parado, y no deberían subirse hasta la mitad de tu pantorrilla mientras estás sentado.
Dos, cambia los tenis por un par de botas chukka con estilo. Estas botas al tobillo añadirán un toque moderno a tu outfit que los Sketchers o New Balance simplemente no pueden dar. Una ventaja adicional es que son los suficientemente casuales para el caminar diario. En mi opinión, un par marrón puede complementar bastante bien cualquier papatuendo .
Por último, para ese toque extra, mantén las camisas de mangas largas, pero dobla las mangas. Nada grita padre suburbano soso como una camisa casual. Pero una camisa de manga larga con un estampado de buen gusto y las mangas dobladas, emite un aire de: sí, puede que tengas un aburrido y bastante bien pagado trabajo de escritorio, pero no tienes miedo de ensuciarte las manos en una mesa de trabajo.
Ahora, ¿por qué alguien querría lucir un papatuendo en primer lugar? ¿Acaso te ofrece algo aparte de gente señalándote y risitas? Defiendo que un buen papatuendo puede ser muy bueno a lo largo de tus interacciones diarias personales. Piénsalo —un papá es alguien que ha sentado cabeza, que está pagando su hipoteca, que probablemente tenga algunos ahorros invertidos y un ingreso pasivo, y que (idealmente) tiene una pareja feliz y un par de hijos bulliciosos.
Un papatuendo sofisticado bien hecho agarra los estereotipos de un padre parrillero flojo y engulle-cervezas, y lo convierte en uno con profesionalismo y energía positiva (aunque puede que el humor desagradable e inmaduro se quede). Otros pueden ver tu reloj, botas chukka y camisa metida por dentro del pantalón, y ver a alguien que se preocupa por su apariencia y toma lo que hace diariamente más en serio que otros en sus “grituendos” de todos los días. Profesores, amigos y conocidos por igual te admirarán como alguien que lo tiene todo resuelto.
Además, puedes estar los suficientemente cómodo para lanzar una pelota de béisbol o un Frisbee en cualquier momento.
Nicholas Remillard puede ser contactado en [email protected].
Xenia Ariñez Xenia Ariñez es traductora de Español para el Collegian y puede ser contactada a través de su correo electrónico [email protected].
Celia Rodríguez-Tejuca es editora de Español para el Collegian y puede ser contactada a través de su correo electrónico [email protected].