La sección de Netflix que se enfoca en la comida, está creciendo. Con una audiencia que demanda entretenimiento que te agua la boca. Si bien algunos espectáculos nuevos son similares a los de la cocina tradicional, varios emergen con un fervor innegablemente atractivo como sus bocados y exquisiteces.
Dignos de mencionar son dos originales de Netflix que se enfocan en un maestro de la cocina. Tal vez siguiendo las indicaciones del difunto, el gran Anthony Bourdain, ambos ofrecen la oportunidad de explorar el mundo en general. En “Salt, Fat, Acid, Heat”, Samin Nosrat, infecciosamente aventurero, ofrece a los espectadores un vistaso más cercano a la cocina mientras que en “Ugly Delicious”, el renombrado chef David Chang se centra en la cocina.
En cada episodio, los programas nos llevan de un lado a otro por todo el mundo con unas narrativas no lineales.
Salt, Fat, Acid, Heat
Basado en el libro de cocina educativo ¨Salt, Fat, Acid, Heat¨, los cuatro capítulos de este programa ofrecen aventuras episódicas. Cada uno se enfoca en uno de los cuatro elementos, los cuales Nosrat piensa que determinan el sabor de tu comida. Si uno puede dominar y comprender estos componentes, entonces tiene todo lo necesario para crear una excelente comida.
Viajando a Italia, Japón, el Yucatán y su hogar en mi amado vecindario de Berkeley, California, Nosrat solicita la ayuda y el consejo de expertos y amigos para aprender sobre estas partes fundamentales del sabor.
Nosrat primera explora la tierra de la grasa en Italia, ella rompe muchas de las reglas establecidas en Instagram y los fanáticos del fitness que buscan purgar los platos de este ingrediente. Ella prueba los aceites de oliva como si fueran vinos finos y disfruta de los cortes de carne que muchos están acostumbrados a evitar. La relación de Nosrat con la comida y aquellos que la producen es un recordatorio refrescante de cómo la comida puede alimentar el alma.
En el episodio “Ácido” (una examinación del equilibrio, uno de los elementos mencionados anteriormente) Nosrat y un invitado buscan con entusiasmo la sabiduría de las mujeres que hacen tortillas y manipulan la masa en Yucatán. Incluso aprovecha la oportunidad para ofrecer una explicación de la ciencia subyacente a la acidez de los alimentos.
Con esta serie, los cocineros caseros y las personas obsesionadas con la comida reciben una gran cantidad de información sobre la comida desde una perspectiva científica y emocional. Al igual que el libro, “Salt, Fat, Acid, Heat”, la serie ofrece a los observadores y lectores una visión única de las raíces de los ingredientes alimentarios clave, por no mencionar una nueva forma de ver el sabor en general.
Ugly Delicious
Después de años de ser el invitado, la voz y la actitud de David Chang son inconfundibles en su estreno como anfitrión. Sin disparates y sin halagos falsos, Chang da a conocer sus opiniones y deja claro su punto de vista. El creador de Momofuku, que reúne a amigos de diversos orígenes de la cultura gastronómica, la salud e incluso la comedia, explora las implicaciones culturales de diversas cocinas, técnicas y platos.
El estilo de Chang no se aleja de la subjetividad. Por ejemplo, el chef con estrella Michelin compara constantemente cada plato con una contraparte coreana similar a la comida que le sirvieron y acostumbró cuando era niño. No se disculpa por la influencia de sus experiencias vividas, comparando los raviolis con el dimsum y negándose a creer que cualquier plato en el mundo se acerque al pato de Pekín.
Chang devora la controversia. Los conceptos sin pretensiones se revelan como raíces de estereotipos racistas. En un episodio sobre el arroz frito, Chang aborda el racismo implícitamente derivado de MSG, un demonio asociado con la comida china presente en casi todas las comidas chatarra estadounidenses. Es recurrente por una buena razón el mensaje de que los inmigrantes han contribuido platos con las que este país estaría peor si no las tuviera, incluso cuando muchos recién llegados son vistos como sucios y tratados de forma derogatoria.
Chang pregunta qué significa cuando un hombre blanco se inspira en el pollo frito del sur, tradicionalmente cocinado por mujeres negras y originalmente esclavos liberados porque era la única carne que se les permitía cocinar.
Todavía existe la expectativa de que el nivel más alto de la cocina solo se enseñe con la inspiración francesa. Tanto “Salt, Fat, Acid, Heat” como “Ugly Delicious” están en contra de eso y, a través de los viajes internacionales, dan protagonismo a las cocinas menos conocidas por el público occidental.
Emma Waldman puede ser contactada a través de su correo electrónico [email protected].
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