“Solo sé tú mismx”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase?
A todxs nos han dicho esto en algún momento de nuestras vidas y, probablemente, se lo hemos dicho a alguien más. Nos encanta usarlo como consejo para un amigo, subtítulo para las redes sociales o póster motivacional para la pared. Lo lanzamos como confeti, pensando que seguir ese consejo ayudará a mejorar cualquier situación difícil. ¿Y por qué no deberíamos creerlo? No solo nos da una increíble sensación de seguridad y certeza, sino que también parece lo suficientemente fácil de hacer. En realidad, “ser uno mismo” es un consejo terrible.
Parece obvio que para ser quien uno es en realidad, sería un requisito saber quién verdaderamente eres tú. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de nosotrxs no sabemos completamente quiénes somos. Estamos cambiando y evolucionando constantemente, descubriendo constantemente lo que nos gusta, lo que no nos gusta, cómo reaccionamos en ciertas situaciones, cómo nos sentimos con respecto a ciertas cosas, qué papel desempeñamos en los círculos sociales, etc. A medida que la vida pasa, vamos aprendiendo de nuestras experiencias y circunstancias y eso incluye aprender sobre nosotros/as mismos/as..
No es posible, y no tiene sentido, tratar de ser uno mismo todo el tiempo cuando todavía está en el proceso de convertirse en quien uno es. Esto no solo le aplica a los adolescentes; ni siquiera lxs jóvenes, o lxs adultxs, han terminado de descubrir quienes son en realidad.
¿De verdad lo creemos cuando le decimos a alguien que sean ellxs mismxs? ¿De qué les sirve ese consejo si tienen cualidades para mejorar? Imagina que le digas a un amigo, que resulta ser perezoso o arrogante, que solo sea el mismo. ¿Estaría realmente en su mejor interés aceptar esas cualidades negativas? ¿No preferirían que tú, como amigx, lo aliente a mejorarse él mismo?
De hecho, el consejo erróneo de “ser uno mismo” no solo fomenta malas cualidades personales sino que también produce algo peor. Fomenta una actitud de mayor importancia personal, una actitud de “Yo seré yo, y todos los demás tendrán que lidiar conmigo”. Desafortunadamente, esa no es una actitud adecuada. La flexibilidad y la adaptabilidad son cualidades importantes en nuestra vida, y una actitud de arrogancia lo estaría preparando para el fracaso.
Entonces, ¿cómo motivamos a las personas a vivir y decir su verdad sin recurrir a la afirmación general y utilizada en exceso de “ser uno mismx”? Para empezar, reconocer y apreciar la autenticidad sirve de mucho. Ser auténticx es primero conocerte y entenderte a ti mismx. Es entender quién quieres ser y actuar consecuentemente. Es conocer tu valor y vivir para ti mismx y no para nadie más.
La belleza detrás de la autenticidad es que una vez la encuentres, no querrás ser alguien diferente. Ser alguien diferente se sentirá erróneo. Lucharás en contra de la presión de la sociedad para conformarte con tu ser auténtico, y lo que es más importante, no necesitarás que nadie te diga que “seas tú mismx”. Sin embargo, la autenticidad requiere tiempo, experiencia y mucha introspección. La mayoría de lxs jóvenes simplemente no están en ese nivel todavía.
Mientras tanto, “no seas algo que no eres” o “sé la mejor versión de ti mismo” son consejos mucho mejores para dar. Es mucho más fácil reconocer cuando estás haciendo algo que no te parece correcto. Del mismo modo, es mucho más fácil reconocer cuando una parte de ti mismx podría mejorar. Y vivir de acuerdo con estas frases podría incluso facilitar tu camino hacia la autenticidad.
Hay muchas maneras de llegar al punto de vivir la vida de manera auténtica, pero una cosa está clara: es hora de que pongamos el cliché y la frase sin sentido de “ser uno mismo” a descansar.
Rithika Senthilkumar es columnista del Collegian y puede se puede contactada a través de su correo electrónico [email protected].
Adrelys Mateo Santana es una traductora de español del Collegian.
Adriana Rozas es la editora de español del Collegian y puede ser contactada a través de su correo electrónico [email protected].