[Nota de la editora: El evento se dio a cabo en español y fue interpretado al inglés por la profesora visitante de Ciencias Políticas Manuela Picq. Además de este artículo, puede también puede encontrar el reportaje en inglés aquí.]
Para salvar el mundo, no tiene miedo ni a los hombres, ni a las empresas ni a los gobiernos y ni a su poder.
Eso es la manera de que Gloria Ushigua, presidenta de la nación indígena Sápara y del grupo equatoriano de mujeres sáparas Ashiñwaka, lucha contra al cambio climático y es lo que dijo a más que 50 estudiantes, profesores y habitantes activistas que se juntaron en el Integrative Learning Center de la Universidad de Massachusetts Amherst el miércoles.
A la invitación del Departamento de Ciencias Políticas de UMASS Amherst, El Departamento de Ciencias Políticas de Amherst College, el Centro de Estudios Latinxs, Caribeños y Latinoamericanos de UMass (CLACLS), y los Estudios de Indios Nativo Americanos del Five Colleges (NAIS), Ushigua compartió su historia de activismo, la lucha por derechos de los grupos indígenas en diferentes partes del mundo y los efectos del cambio climático en el Amazonas y a nivel mundial.
Su historia inició con los comienzos en la nación de Sápara, la cual se encuentra en la provincia de Pastaza en la región Amazónica de Ecuador.
La región fue explotada a manos de los españoles durante la colonización para la extracción de caucho y más adelante algodón.
“Usaron a mi gente como caballos”, dijo Ushigua sobre el maltrato de los indígenas por parte de los colonizadores.
Los sápara también se vieron afectados por conflictos con otros grupos indígenas de la región y con grupos de misioneros religiosos.
Ushigua recordó que cuando tenía 15 años, un grupo de misioneros intentó entrar a la región, pero los Sápara los rechazaron, lo que causó que el grupo deje una nota diciendo que nunca iban a darles educación.
“Pero nosotros éramos felices…porque nosotros educamos con nuestro padre, con nuestra madre”, dijo Ushigua.
Por la misma convicción, Ushigua cambió como su nación estaba siendo gobernada.
Tradicionalmente, la nación es gobernada por hombres, pero Ushigua decidió que la situación debía cambiar. Se organizó junto con otras mujeres del grupo y eventualmente con la ayuda de su hermano, y Ushigua asumió el liderazgo de la nación.
“¿Quién trabaja? [Las] mujeres trabajamos”, dijo Ushigua, comentando sobre el rol de las mujeres en la comunidad sápara.
Como parte de su liderazgo, Ushigua se enfrentó en más de una ocasión al gobierno ecuatoriano. Una de sus peleas más grandes sucedió en California, donde Ushigua, junto a varios jóvenes, organizó una petición para evitar que el gobierno vendiera tierras sagradas a empresas petroleras.
El movimiento resultó en la cancelación de la venta, lo que a su vez causó que Ushigua fuera expatriada temporalmente de Ecuador.
“Ella no es nadie, no se de donde es”, fueron las palabras del Presidente ecuatoriano, según Ushigua.
La activista también explicó sobre Sociobosque, una iniciativa del Banco Mundial que tiene como fin la preservación de tierra sagrada.
Sin embargo, lo que debía ser una iniciativa ecológica se transformó una “trampa del gobierno”.
Su intérprete Manuela Picq clarificó que el gobierno ecuatoriano usó los fondos para presionar a los grupo de indígenas para que cediesen tierras para la extracción de petróleo.
“Ellos hablaron muy bonito…yo voté por ellos”, dijo Ushigua, recordando una de las cinco reuniones que tuvo con oficiales del gobierno, en las cuales se prometió preservar las tierras.
Poco después el gobierno intentó extraer petróleo de la región, lo cual resultó en un conflicto con el grupo.
Como respuesta, el gobierno pidió que los Sápara devolviera los fondos, lo cual no era posible ya que habían gastado parte de ellos y no todos quería devolver el resto.
“Yo odio a Sociobosque”, dijo Ushigua.
Ya que aquellos en una posición de poder en el Ecuador no ayudan a las naciones indígenas, Ushigua acudió a aquellos en un posición de poder a nivel global.
Como parte de una red de grupos indígenas, Ushigua formó parte de la Cumbre del Medio Ambiente de las Naciones Unidas, la cual tomó lugar en Nueva York la semana anterior.
“Queremos parar hoy…porfavor, ya basta de negocio”, dijo Ushigua, haciendo eco a la petición que hizo a la ONU.
Ushigua urgió a la audiencia a no aceptar negocios por nadie.
“Las mujeres somos las que vamos a cambiar el mundo”, dijo Ushigua seguido de una disculpa a los hombres en la sala. “Las mujeres siempre ponemos pecho…tenemos que defender. Ustedes como jóvenes pueden mandar unas firmas a algunos amigos…y mandar a las manos del gobierno como estudiante”.
“Eso sería de gran ayuda contra el cambio climático”, concluyó.
Alexia Sullivan, una estudiante de primer año considerando una carrera en Humanidades y Bellas Artes, preguntó cómo gente ajena a grupos indígenas puede ayudar sin caer en un complejo de héroe.
“No, no es así”, dijo Ushigua. “No estamos hablando de persona a persona, estamos hablando de naturaleza y la naturaleza es para todos…a veces no podemos salir y mandamos una carta pidiendo apoyo…porque no podemos viajar…somos uno”.
Julia Limmer, una estudiante de Ciencias Política y Sociología de segundo año, preguntó cómo podría ayudar la juventud como ciudadanos Estadounidenses.
Ushigua dio una respuesta clara.
“Para otros países, como jóvenes ustedes pueden mandar firmas”, dijo Ushigua. “…es muy buena la firma…envían y ellos [el gobierno] miran la firma y dicen ‘a, están movidos…y después hablan con los pueblos. Eso pasó conmigo…firmó mucha gente…y ese paquete entregamos al gobierno y los presionamos. Firmen entre ustedes”.
Xenia Ariñez puede ser contactada a través de su correo electrónico [email protected].