La creación artística es un pequeño fragmento de la verdadera cara del artista que la imagina. Las obras son vías expresivas en que los artistas demuestran su carácter auténtico. Con esto en mente, puede ser difícil separar el arte del artista, ya que el arte siempre se vincula a la vida y a las experiencias únicas de la persona que lo produce.

Los últimos años han expuesto los actos de abuso doméstico y sexual de varios artistas.  Algunos fueron expulsados de la industria como era de esperar, mientras que otros continúan sacando provecho de sus carreras exitosas. De eso surge la pregunta: ¿Deberían estos artistas todavía tengan carreras exitosas?

Yo no creo que deberían. Está bien si en algún momento disfrutaste “Ignition (Remix)” de R. Kelly o “No Guidance” de Chris Brown, pero te pido que reconsideres tu decisión si sigues poniendo dinero en los bolsillos de estos depredadores y agresores comprando sus productos o su música, contribuyendo así riqueza y fama de estos artistas.

Siempre habrá nueva música por descubrir y otras comediantes que te harán reír o mejorarán tu día. Decir que no sobraría ninguna forma de entretenimiento- música, cine, o televisión- si los artistas se hicieran responsables por sus actos es solamente una excusa perezosa y falsa.

Permite que gente haga la vista gorda y que no denuncien las acciones de estas artistos que han causado daño irreversible físico y mental a sus víctimas.

Puede ser difícil saber dónde poner límites. Todos cometen errores en algún momento, e incluso yo odio la facilidad con la que una celebridad puede ser “cancelada” simplemente por ser humana. Pero el momento en una persona decide ser abusiva, racista, misógina o xenofóbica, pierde todo mi respeto.

Este concepto particularmente se aplica a artistas que tienen una historia larga como abusadores o pedófilos. Algunos muestran remordimiento con respecto a sus equivocaciones y deciden cambiar; otros prefieren mascullar una disculpa falsa con la esperanza de limpiar su imagen pública antes de abusar y dañar a más gente inocente. Incluso en situaciones donde los artistas se disculpan tanto con el público como con los afectados por sus acciones, no me parece que nadie esté obligado a perdonarlos.

Chris Brown sirve es un gran ejemplo de un artista que se ha salido con la suya a pesar de su comportamiento violento hacia las mujeres. Un artículo de Rolling Stone expone una línea temporal de la violencia de Brown. La cronología empieza con su abuso infame de Rihanna en 2009, el cual resultó en la hospitalización de la cantante. Desde entonces, Brown ha abusado y robado a varias mujeres en ocasiones distintas.

Otro ejemplo es Louis C.K., un destacado comediante quien fue acusado por varias mujeres de haberse masturbado en frente de ellas sin consentimiento, una situación que según los testimonios juntados, ocurrió por primera vez en 2002. Al principio, C.K. negó estas acusaciones. Pero el 2017, C.K. confirmó públicamente la veracidad de las alegaciones, después de que New York Times publicó un reportaje que incluía los testimonios de las mujeres que lo habían acusado. Dos años después, el comediante acaba de comenzar una gira de regreso en la que sigue recibiendo gran apoyo público y elogio por su talento. Mientras tanto, las mejores en las que dejó una marca permanente todavía tienen que vivir con lo que hizo. Abby Schachner, una de las mujeres cuyos comentarios aparecieron en el artículo, dijo que su interacción con C.K. “fue una de las cosas que la desanimó a dedicarse a la comedia.”

¿Por qué las víctimas padecen de las consecuencias de sus abusadores, pasando la mayoría de sus vidas recuperándose del trauma que han sufrido, cuando sus abusadores reciben unos meses de condena pública como máximo? Las víctimas se avergüenzan de hablar honestamente de sus experiencias. A menudo reciben amenazas y advertencias para que no hablen. ¿Alguien piensa en estas víctimas cuando apoyan a estos artistas?

La cultura de poner de lado los comportamientos y actos imperdonables de artistas tiene que terminar. Mientras que el público asista a shows, exhibiciones o conciertos, o contribuyan dinero a su música o arte, estos artistas seguirán sin sufrir ningún castigo por sus acciones despreciables. Como individuos, tenemos la responsabilidad de reconocer que clase de persona un artista es realmente y pronunciarnos en contra de sus acciones alarmantes y dañinas.

Gabby Campos puede ser contactada a través de [email protected].

Alice Troop es la traductora de español y puede ser contactada a través de [email protected].

Xenia Ariñez de la Vega es la editora de español y puede ser contactada a través de xarinez@umass.edu.