El domingo pasado, la NFL deleitó a la audiencia mundial con lo que, en mi opinión, es uno de los mejores espectáculos de medio tiempo del Super Bowl. J-Lo y Shakira, junto con los gigantes del reggaetón Bad Bunny y JBalvin, nos entregaron un show que recordaremos hasta el fin de los tiempos.
Se me puso la piel de gallina el segundo en que Shakira subió al escenario y los primeros acordes de la versión en inglés de Loba comenzaron a sonar. Canté en español (porque solo me sé las letras en español), y me emocioné cuando Bad Bunny apareció de la nada y comenzó a cantar su éxito “Callaita.” Grité cuando JBalvin comenzó a decir “¿y dónde está mi gente?” y lloré cuando JLo y su hija cantaron un mash-up de “Born in the USA” y “Let´s Get Loud.”
El show nos dio múltiples cambios de vestuario, bailarines increíblemente talentosos, canciones clásicas tanto para los latinxs como para otros grupos étnicos, pole dancing, mensajes políticos, y, principalmente, tuvimos una celebración de la cultura latinx en toda su gloria.
Tanto J-Lo como Shakira, al igual que JBalvin y Bad Bunny, representaron diferentes segmentos de la comunidad latinx. J-Lo es una puertorriqueña nacida en Nueva York, Shakira es mitad colombiana y mitad libanesa, al igual que JBalvin y Bad Bunny nació y fue criado en Puerto Rico. Aunque solo representen dos nacionalidades, juntos representan diferentes sectores dentro de la comunidad Latinx, una complejidad que no muchos toman en cuenta.
La identidad latinx es algo extraño. Cuando estamos hablando de o estamos en nuestros países natales, nos identificamos como alguien de ese país más que como latinxs. Por ejemplo, si estoy hablando de Bolivia o si estoy en Bolivia, mi identidad es boliviana, no latina. Y Dios ayude si alguien confunde a un argentinx con un chilenx, o a un peruanx con un bolivianx, o a un venezolanx con un colombianx. Tenemos nuestras identidades nacionales listas y bien definidas fuera los Estados Unidos.
Pero la cosa cambia cuando viajamos fuera del subcontinente, especialmente cuando viajamos a Estados Unidos. En cuanto pisamos este país, este “nos” y “ellos” que tanto nos define (y divide) se vuelve un “nosotros” sin cara. Nuestras nacionalidades desaparecen y entramos a una nueva categoría: los latinxs.
Tengo que admitir que cuando era más joven, quería que todo rastro de mi latinidad desapareciera. Trabajé para que mi acento en inglés desapareciera, negaba que escuchaba cualquier tipo de música que no fuera en inglés, y era una consumidora ávida de todo lo americano, incluyendo el Super Bowl.
Después me mudé aquí y esta parte de mi identidad que tanto quería negar se volvió lo que más me definía, y me encantó, porque significaba que no estaba sola en mi experiencia. Yo era diferente, pero no era la única.
Y por eso es que el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl significó tanto para mí. Mostró que los latinxs en Estados Unidos están presentes, y que somos una parte igual de grande de este país que cualquier otro estadounidense. Y ese es un mensaje que aplica para todas las minorías, inmigrantes y no inmigrantes por igual. Cualquiera que sea tu viaje o tu experiencia, importas, existes, y mereces ambas cosas.
Ser miembro de la comunidad latinx puede poner en peligro tu vida estos días. Nos estamos muriendo de gripe en centros de detención. Nos están separando de nuestras familias. Nos están atropellando porque parecemos “mexicanos.” Gracias a Trump, las palabras “latinx” e “inmigrante” se han vuelto casi sucias, como un insulto que se puede lanzar sin ninguna consecuencia.
Pero el show de medio tiempo de este año no solo mostró la historia y la belleza detrás de esas palabras, sino que también mandó un mensaje claro sobre la política detrás de ellas. Que J-Lo use la bandera de Puerto Rico y la de Estados Unidos en una sola prenda mientras cantaba un mash-up de “Born in the USA” y “Let´s Get Loud” mientras su hija usaba una sudadera con un estampado de la bandera estadounidense, mostró que Puerto Rico—un territorio de Estados Unidos—es una parte de Estados Unidos igual de importante que cualquier otro estado. Los niños sentados en el campo dentro de lo que parecía jaulas, fue una alusión al estado en el que se encuentran los niños en los centros de detención de la frontera. Este espectáculo le dijo fuerte y claro a esta gestión que lo que están haciendo no está bien, que existimos, y que no importa cuánto lo intenten, no pueden eliminarnos.
Esta historia también está disponible en inglés aquí.
Xenia Ariñez de La Vega puede ser contactada a través de [email protected].
Drew • Feb 12, 2020 at 12:06 am
Do you see the redundance in prefacing a gender neutral term with a gendered article beforehand? This is one if many reasons why “latinx” is impractical.