Escrito por Rebecca Duke Wiesenberg
Personal del Collegian
Translated by Adrelys Mateo Santana.
Edited by Celia Rodríguez Tejuea.
El 12 de septiembre, estudiantes se reunieron en la sede de la Unión Estudiantil por una acción solidaria. Coorganizada por la sección occidental de Massachusetts de la Organización Socialista Internacional (ISO) y el Centro para la Defensa de la Política de la Educación (CEPA), la reunión tuvo como propósito protestar en contra de los eventos en Charlottesville y la derogación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), así como para darle apoyo a los afectados.
La protesta fue una plataforma para que las voces de aquellos que son poco representados se escuchen alto y claro.
Estructurado para incluir oradores que hablarían por 45 minutos y otros participantes no programados que intervendrían por 15 minutos ––a manera de “micrófono abierto”––, el encuentro sirvió para que líderes estudiantiles y miembros de toda la universidad hablaran.
La protesta inició con Nathalie Amazan, estudiante de segundo año de Ciencias Políticas y Estudios Jurídicos con una concentración en Filosofía, quien extendió el enfoque de la protesta más allá de la derogación de DACA y el “nacionalismo y el fascismo que se manifestó en lo que sucedió en Charlottesville, Virginia,” a la “incompetente, xenófoba y racista administración estadounidense actual que día tras día niega el acceso a una vida decente para las personas que no son blancas, los individuos de bajos recursos, los transgéneros y los que no son ciudadanos estadounidenses.”
Aunque los organizadores y participantes del evento aclararon que los sentimientos compartidos en la protesta no deben ser generalizados, los oradores reflejaron no solo la riqueza de voces que hay en la Universidad de Massachusetts, sino el gran impacto que tienen las acciones de la supremacía blanca.
Miriam Sernik, una estudiante de último año de Bioquímica y Biología Molecular de Hillel House, compartió que, como judía, Charlottesville la sacudió porque “la misma gente [los nazis] que asesinaron a mi familia [Sernik]” fueron los mismos que cercaron una sinagoga en Charlottesville.
“Aun soy odiada por personas que ni siquiera me conocen,” dijo Sernik.
Gaelle Rigaud, estudiante de último año de Inglés y Estudios Afroamericanos, comunicadora externa del CEPA y secretaria del Sindicato de Estudiantes Negros (BSU), reforzó este tema de la rendición de cuentas recordando a la audiencia que “la solidaridad no es neutral, porque las fuerzas contra nosotros no han sido [neutrales].”
Los oradores no se limitaron a los estudiantes de UMass de pregrado. Anna-Claire Simpson, estudiante de posgrado, ayudante del cuerpo docente y coordinadora de quejas de la Organización de Empleados Graduados (GEO), sindicato para empleados de posgrado de la Universidad, y Nyaradzai Changamire-Hokonya, estudiante de postgrado y coordinadora de movilización de GEO, presentaron demandas para UMass, dos de las cuales son la creación de “un fondo de becas para estudiantes indocumentados y que carecen de DACA” y la conversión de la universidad en un espacio de refugio.
La protesta incluso se extendió más allá del espacio de la universidad al campus de la Universidad de Amherst. En respuesta a una soga que fue encontrada en el campus de la Universidad de Amherst, un estudiante replicó: “El odio no tiene lugar en este campus [de Amherst College], en este campus [de UMass] o en cualquier otro campus de las Cinco Universidades.”
La protesta también proporcionó soluciones a los problemas de la opresión que fueron abordados. Al comienzo de la protesta, se compartió información con los asistentes sobre los recursos del campus, desde el Centro de Consejería y Salud Psicológica hasta los Recursos Legales para Estudiantes. Después de cada intervención, los oradores ofrecieron datos sobre la ubicación y los períodos de reunión de sus respectivas organizaciones. Los organizadores de la reunión también estaban disponibles para contestar preguntas y repartir folletos con información relativa a estos recursos.
Como recalcó Changamire-Hokonya, “tenemos que unirnos para construir y sostener sistemas de protección.”
Varios estudiantes reportaron experiencias positivas sobre la protesta. Molly Miles, estudiante de segundo año de Antropología apreció “lo accesible que era la gente con la información.”
Para otros, fue una experiencia totalmente nueva. Wafi Habib, estudiante internacional de primer año de Comunicación, antes del mitin, no había experimentado una expresión de la palabra como esta de primera mano.
“Soy un estudiante internacional de Brunei, que es un lugar sin libertad de expresión, por lo cual el estar aquí ahora fue realmente genial,” dijo Habib.
Del mismo modo, James Cordero, estudiante de primer año de la carrera de Inglés, consideró que la protesta fue “liberadora.”
“Es bueno tener libertad de expresión,” dijo Cordero.
Clare Lonsdale, estudiante de primer año de Ciencias Políticas, apreció la libertad de expresión que se exhibió durante la protesta. Fue allí que se dio cuenta de que los demás se sentían de manera similar.
“No estoy sola en lo que hago,” dijo Lonsdale.
Sin embargo, Kevin Mullen, estudiante de tercer año de Matemáticas, señaló que “no había mucha representación de otros grupos ideológicos, como los Republicanos.”
“Sería bueno que otras organizaciones se unan en protestas como esta para que personas de lados ideológicos opuestos puedan unirse,” dijo Mullen.
Patrick Carmichael, exalumno de UMass y miembro actual de la sección occidental de la ISO, criticó el énfasis de la manifestación en la derogación de la DACA, así como el compromiso de la Universidad con la diversidad.
“DACA no es una solución; es un hueco. Y si recordamos bien, UMass no se declaró como refugio, lo que significa que siempre se puede llamar a ICE,” dijo Carmichael.
Rebecca Wiesenberg puede ser contactada en [email protected] y seguida en Twitter @busybusybeckybe.